sábado, 5 de febrero de 2022

Parasha 20 - 5774 / Tetsave - La investiruda de Aharon y la llenura del espíritu de santidad




COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL
Parashá 20 / Teruma 5774
Éxodo 27:20-30:10

La investidura de Aharon y la llenura del espíritu de santidad

Esta semana estudiamos la porción “Tetzave” (Mandaras). La cual nos habla entre otras cosas, acerca de la investidura Aharon, el Cohen Hagadol (Sumo sacerdote). En ella leemos como la Torá de forma muy detallada define cómo debía ser el atuendo del Cohen Hagadol, detalles como el color del manto, el material con el que será hecho, los accesorios que lo acompañaran. Nos dice la bendita Torá:

En Éxodo 28:31-32 está escrito:

“Harás asimismo el manto del efod todo de lana azul. La abertura para la cabeza estará doblada hacia dentro; alrededor de la abertura habrá un borde de labor de tejedor, como la abertura de un coselete será, no se romperá.”

Cada vez que la Torá detalla algo de forma especial, o lo repite en varias ocasiones, es porque en realidad es de mucha importancia que lo aprendamos y lo estudiemos ya que el Mesías se encuentra de forma profunda en esos pasajes. La Tora no es un libro de mera información, es la palabra de Hashem, y cada detalle, hasta el más mínimo detalle es todo un universo de sabiduría. De ahí que la investidura del Cohen Hagadol sea un anuncio profético de aquello que habría de suceder en el futuro, y de aquello que existe en el cielo.

Lo primero que se debe señalar, es que en realidad cada cosa ordenada por el Eterno a Moshé respecto del Mishkan, es una especie de imitación terrenal y limitada de un modelo celestial y eterno. Es por eso que la Torá nos dice:
  
“Y mira que hagas según el diseño que te ha sido mostrado en el monte.”(Shemot25:40)

Es decir que las vestiduras del Cohen Hagadol son copia de un diseño celestial Eterno. Esto es muy interesante, por varias razones, una de ellas es la siguiente:

La primera es que en el mundo celestial no hay espacio de tiempo, como lo hay en el mundo terrenal. Es decir, para nuestro amado Di-s no hay “tiempo” “pasado” “presente” “futuro”, para él todo simplemente “fue” “es” y “será” todo al mismo tiempo, sin la necesidad de espacio. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Si Moshé hizo todo conforme a un diseño, a quien vio Moshe vestido de Cohen Hagadol celestial? Tenemos entonces que hay un sacerdocio celestial, que es el origen del terrenal. Ambos son “verdaderos” en el sentido de que ambos cumplen su función, pero solo el celestial es Eterno. Tenemos además que el sacerdocio celestial siendo el origen del sacerdocio terrenal, vendrá a manifestarse en nuestro tiempo terrenal, por sencilla deducción, a sustituir el sacerdocio terrenal, como está escrito en las cartas de los emisarios de Yeshua, de forma muy interesante:

“Así que si él estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Moshé fue advertido por Elohim cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo; pues, dice él: Mira, haz todas las cosas CONFORME AL MODELO QUE TE FUE MOSTRADO EN EL MONTE.” (Hebreos 8:1-5)

Todo lo que hoy vemos y tocamos en este mundo tiene un límite y un tiempo determinado. Pero lo que no se ve, lo que es de origen celestial, a sido creado para tener exi stencia eterna, como está escrito:

“Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18)

Todas las cosas creadas en el mundo terrenal son una copia verdadera, legal, valida del modelo celestial que le fuera mostrado a Moshé. Es decir, las cosas creadas en el mundo celestial no van en desmedro de las cosas creadas en el mundo terrenal. Asi sucedió con las vestiduras del primer Cohen Hagadol terrenal, que uso vestiduras sagradas conforme al modelo que Moshe vio del Cohen Hagadol celestial.

Tenemos por tanto que hay dos santuarios, ambos son creaciones verdaderas de Hashem, cada uno en el estado en el que fue creado, celestial o terrenal, pero el celestial es el origen todas las cosas. Como está escrito:

“Porque no entró Mashíaj en el santuario hecho de mano, figura del verdadero.” (Hebreos 9:24ª)

“el más amplio y más perfecto tabernáculo” (Hebreos 9:11b)

Ahora bien, si las vestiduras del Cohen Hagadol terrenal, son una copia de las vestiduras del Cohen Hagadol Celestial, también lo es la investidura del terrenal, respecto de la investidura del celestial. Es decir; Cuando Aharon, como Cohen Hagadol terrenal, tomo las vestiduras de su ministerio y se coloco el efod azul, y fue revestido del poder de lo alto, así también el Cohen Hagadol celestial tomaría sus vestiduras celestiales y sería lleno del poder de lo alto.

En otras palabras, cuando Aharon se puso sus vestidos de sumo sacerdote, y fue ungido Cohen Hagadol, estaba anunciando proféticamente la investidura de un sumo sacerdote eterno y celestial, suyo servicio no tiene fin que sería investido no solo con vestiduras celestiales, sino que con toda la plenitud de la deidad.

Nos dicen las escrituras:

Miren cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos vivan en armonía. Es como aceite fino sobre la cabeza que descendía hasta la barba, la barba de Aharón, que descendía hasta el ruedo de su vestidura; como el rocío del Jermón que desciende sobre las montañas de Tsiyón. Allí ordenó YHVH la bendición, la vida eterna. (Tehilim – Salmos 133:2-3)

Este pasaje de los Salmos es de gran contenido profético y mesiánico: Se nos cuenta cómo es que en “la unidad y en la armonía de los hermanos” está relacionada con la unción del Cohen Hagadol. El aceite que descendía por las barbas de Aharón, hasta sus vestiduras, es una sombra profética del ungimiento del Cohen Hagadol Celestial (El Mesías Yeshua) y la llenura del espíritu santo de la congregación que es su cuerpo. La figura profética es clara y es la siguiente:

Aharón sumo sacerdote terrenal, es figura del sumo sacerdote celestial, por lo cual: Su ungimiento terrenal es figura del ungimiento celestial. El aceite usado en la cabeza de Aharón representa a la unción o llenura del espíritu santo que caería sobre el sumo sacerdote celestial.

Las vestiduras del sumo sacerdote terrenal ungidas por el aceite de la unción, representan también al cuerpo del Mesías “investido” de la misma unción que él recibiese en el momento de su ungimiento celestial. Yeshua es la cabeza (las barbas de Aharón) y la congregación es su cuerpo, como está escrito:

“y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:18)

El óleo mesiánico iba a caer en Tsión, en Yerushalayim, sobre los hermanos que vivirían juntos en armonía, y así sucedió, fue en Yerushalayim donde se derramo.

Tal cual el ungimiento del Cohen Hagadol se relaciona con la unidad y la armonía de los hermanos, así también, el ungimiento del Cohen Hagadol Celestial, de nuestro amado Mesías Yeshua, ocurrió cuando los hermanos estaban todos juntos y unánimes. Como está escrito:

“Al llegar el día de [la Fiesta de] las Semanas, estaban todos reunidos en un mismo lugar” (Hechos 2:1)

Un dato importante acerca de las vestiduras del Cohen Hagadol, es que sobre sus hombros debía llevan una piedra de onice en cada uno de ellos, con los nombres de los hijos de Israel. Como está escrito en la bendita Torá:

“Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel” seis de los nombres en una piedra, y los seis nombres restantes en la otra piedra, según el orden de su nacimiento.” (Shemot 28:9)

En una piedra estaban los nombres Reuvén, Shimón, Leví, Yehudá, Dan y Naftalí. En la otra piedra Gad, Asher, Yisajar, Zvulún, Yosef y Binyamín. Esto significa que había 25 letras en cada piedra, 50 letras en las dos, el numero 50 representa mucho para nosotros según lo que estamos analizando. Nuestro amado Mesías Yeshuá, según está documentado en los escritos de sus shelijim (emisarios) estuvo después de su resurrección 40 días compartiendo con sus talmidim (discípulos), el día 41 ascendió al cielo para cumplir su función sacerdotal, pero solo después de 10 días pudo ser iniciado en el servicio sacerdotal, es decir en total Yeshuá después de su resurrección demoro 50 días en ser ungido como Cohen Hagadol Celestial. El mismo número de letras que hay en las piedras de onice que debe llevar el atuendo del Cohen Hagadol – Tambien es el mismo número de la cuenta del “omer”, que son los 50 días que la Torá ordena contar desde el primer día de la semana después de Pesaj, para celebrar la fiesta de las semanas. Pero lo más interesante, sin duda es que luego de haber ascendido, durante 10 días Yeshuá espero el cumplimiento de todas las cosas, y la llegada de la fiesta de “Shavuot” (Semanas) para ser investido del poder de lo alto. Si cada letra corresponde a un día, vemos como la letra número 41 corresponde al primer día en el cielo. Esa letra es la primera del nombre Yosef, la yud, que tiene el valor 10. En ese día cuando Mashiaj ben Yosef entró en el cielo empezó el proceso de su glorificación y luego consagración como sumo sacerdote. Cuando aquello sucedió, entonces, su cuerpo que es la congregación, también fue partícipe de ese derramamiento de unción de ruaj HaQodesh (espíritu del Santo) y finalmente fueron preparados para toda obra y servicio dentro del sacerdocio celestial, cuyo trabajo trasciende los mundos. Por lo cual, cuando un creyente es lleno del espíritu de santidad, está siendo incluido en el servicio sacerdotal celestial de Yeshuá que es según el orden eterno de Melquisedec, como está escrito:

“De la misma manera, el Mesías no se glorificó a sí mismo para hacerse sumo sacerdote, sino que lo glorificó el que le dijo: HIJO MÍO ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY (habla de la resurrección); como también dice en otro pasaje: TÚ ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE SEGÚN EL ORDEN DE MALKI-TSEDEK. El Mesías, en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente; y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció; y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen, siendo constituido por Elohim sumo sacerdote según el orden de Malki-Tsedek.” (Hebreos 4:14)

“Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Yeshúa, el Hijo de Elohim, retengamos nuestra fe.” (Hebreos 4:14)

Una vez que Yeshuá nuestro amado Mesías “fue engendrado” por el Padre, a través del poder de la resurrección, luego de estar durante muchos días con sus discípulos mientras esperaba los días de la fiesta señalada del Eterno, donde finalmente él seria investido del poder de lo alto, habiendo trascendido los cielos, se coloco las vestiduras del cohen hagadol celestial, y hasta el día de hoy, esa es su función en los cielos.

Es por esa razón, que la Torá nos da tantos detalles de la vestidura del Cohen, cada detalle, está relacionada con el Mesías Yeshuá. Hoy solo comentamos uno de esos tantos detalles, como cuando Yeshuá fue ungido con la unción celestial, su cuerpo que es la congregación, también fue lleno del Ruaj HaQodesh. Está escrito que habiendo subido a las alturas dio dones a los hombres, y todo por el mismo espíritu, entiéndase también unción sacerdotal:

“Por esto dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad* y dio dones a los hombres. Pero esto de que subió, ¿qué quiere decir, a menos que hubiera descendido también a las partes más bajas de la tierra? El que descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos Enviados, a otros profetas, a otros proclamadores de  la Buena Noticia, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los consagrados para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mashíaj”(Efesios 4:8-12)

También está escrito:
  
“Ahora bien, hay diversos dones; pero el espíritu es el mismo” (1Corintios 12:4)

De aquí entonces la importancia de que el servicio terrenal a Hashem que préstamos, se realice en conciencia de que somos parte de un sacerdocio celestial y eterno. Todos los dones espirituales tienen un lugar dentro del Mishkan celestial, pues todos los ministerios y dones han sido creados en ese mundo, con tal de preparar a los santos y edificar el cuerpo del Mesías Yeshuá y la congregación del Cohen Hagadol celestial.

Es evidente, por lo tanto, y con Torá en mano podemos asegurar que SÍ existe la llenura o “bautismo” (mejor inmersión) del Ruaj HaQodesh. Esta inmersión en el espíritu santo, le da todas las herramientas al hijo del Eterno para ser un verdadero “adorador” en “espíritu y en verdad”, como está escrito en Juan 4:21-24:

“Yeshúa le dice: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Elohim es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.” (Iojanan – Juan 4:21-24)

El contexto de esta respuesta, nos muestra que en realidad Yeshua se está refiriendo a la adoración sacerdotal. Es decir: “Ustedes dicen que se debe ofrecer sacrificios (adorar) allá y nosotros acá” parafraseando para poder explicarnos mejor. Los verdaderos adoradores que le buscan en espíritu y en verdad, no adoraran “ni aquí, ni alla”, sino que siendo participes de un sacerdocio celestial, podrán adorar al Padre a través de la vía del Cohen Hagadol Celestial.

Tenemos de nuestro amado Mesías Yeshuá, la transmisión de una hermosa promesa del Padre, “Ruaj HaQodesh” - dicha promesa se va cumpliendo cada vez que un alma cree sinceramente y se arrepiente de sus malas sendas para dedicarse toda su vida al servicios de Hashem, como está escrito:

“Yo a la verdad os sumerjo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; El os sumergirá en el Espíritu de santidad y con fuego.” (Matitiya -Mateo 3:11)

Iojanan el inmersor (Juan el Bautista) había profetizado la existencia de una inmersión celestial de carácter espiritual. Pero está llenura del Ruaj HaQodesh, no fue entregada en Israel por ningún creyente hasta después de 50 días de la resurrección de Yeshua el Mesías, cuando él recibiese su unción e iniciación sacerdotal, como está escrito:

“Y en el último día, el gran día de la fiesta, Yeshúa puesto en pie, exclam ó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí según dice la Escritura, de lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva. Pero él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Yeshúa aún no había sido glorificado.” (Iojanan 7:37.39)

Una de las cosas que más hemos dejado por el “intelectualismo religioso” son las experiencias espirituales, entre ellas, la más importante de todas, la llenura o inmersión del Ruaj HaQodesh. Una congregación que busca el mejor camino, debe procurar primeros dos cosas: La inmersión en las aguas en el nombre de Yeshuá y la llenura del espíritu santo de sus miembros. Así de esa manera estarán capacitados con dones y ministerios, que del mismo cielo les han sido conferidos para participar del sacerdocio celestial y eterno del Cohen HaGadol Yeshua HaMashiaj.

Si el Cohen Hagadol lleva a toda la Kahal de Israel en sus hombros y en su pectoral, también los creyentes en Yeshuá que han sido revestidos de lo alto, llevaran en sus ropas los nombres de los miembros de la congregación de Yeshuá, para orar e interceder por ellos, como hasta el día de hoy Yeshuá lo hace por nosotros. Si tenemos tal conciencia de servicio a Hashem, obtendremos el fin de todo, que los dones que hemos recibido no sean mal usados, sino que usados con mucho temor y responsabilidad, pues en el Mesías hemos sido confirmados, de modo que ningún don nos falte para el crecimiento de toda la congregación de los santos.

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5780

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