martes, 22 de febrero de 2022

Parasha 22 VaYakel 5774 - ¿Cuanto importa la Kahal de Yeshuá?



COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ

Parashá 22 VaYakhel 
Éxodo 35:1 – 38:20

Esta semana estamos estudiando la parashá vayekel, la cual nos habla acerca de las ofrendas que los hijos de Israel recolectaron para la construcción del Mishkan. La palabra “vayekel” quiere decir “e hizo que se reuniera” lo cual nos da pie para nuestro comentario. Solo un líder como Moshe o con la sabiduría y el espíritu santo que había en Moshé puede lograr hacer reunir a una kahal (congregación) devastada por el pecado. La Torá viene a mostrarnos que después del grave pecado del becerro de oro, Moshe pudo a través del poder que Hashem había puesto en sus labios conseguir la voluntad de todo un pueblo, que con mucha intención se unieron en pos de la petición de su líder. Moshe les hizo tener fe en Hashem, tal fe, que pudiesen entender que Hashem les había perdonado y por lo cual no podían seguir divididos, sino que debían unirse en pos de esta nueva oportunidad que Hashem les daba. Moshé y sus plegarias a Hashem, consiguieron que Él se moviera a misericordia y finalmente perdonara a Israel de sus pecados.

Todo esto nos abre un abanico de enseñanzas respecto de la importancia de una Kahal para las personas y familias como grupos individuales que deben sin embargo buscar la unidad y la fraternidad formando parte de la kahal de Yeshua. Veamos que podemos aprender:

Leemos en la bendita Torá:

“Moshé convocó a toda la comunidad israelita. Les dijo: “Estas son las cosas que Hashem ordenó hacer” (Ex. – Shemot 35:1)

Este relato es la continuación de Ex. 34:29, el día después de Iom Kipur (día del perdón). Cuando Moshe había descendido con las nuevas tablas del pacto de la Torá. Bajo esas circunstancias Moshé consiguió tener un pueblo unido, solo después de que Hashem había perdonado su pecado, como ya dijimos el líder pudo inspirar en ellos fe en el perdón del cielo. El pecado dentro de las congregaciones rompe toda unidad y evita por lo tanto que la presencia del santo bendito se manifieste, pues él hace descender su oleo donde los hermanos habitan juntos y en armonía. Sin embargo cuando una comunidad hace teshuva (retorno a él) entonces del cielo es ayudada y la unidad surge como un verdadero milagro. Ahora bien, respecto del funcionamiento de la Kahal de Yeshúa, de su importancia, de su misión en este mundo, son muchas los puntos que se pueden tocar, pero solo señalaremos algunos respecto de cada punto para poder generalizar más y lograr el objetivo del comentario de esta semana, que es que usted pueda comprender la gran importancia de la congregación de Yeshúa.

El Líder:

Lo primero que debemos decir es que la Kahal de Yeshúa en el mundo espiritual, y terrenal tiene una cabeza, y esa mayor autoridad es Yeshúa HaMashiaj, como bien lo enseña el Rab Shaúl de Tarso: “él es la cabeza de su cuerpo que es la kahal” “La cabeza del Mesías es Di.s y la cabeza del hombre es el Mesías” No obstante aquello, todas las congregaciones de Yeshúa tienen y deben tener un líder que les dirija. El modelo de la Torá, nos revela que los líderes son “dones” es decir; son regalos de Hashem para su kahal, dados a la comunidad a fin de perfeccionar a los santos, para prepararlos a que se capaciten y sean aptos de participar en la construcción de este edificio espiritual que es la kahal de Yeshua. Esta escrito por el Rab Shaul de Tarso: “y subió al cielo y repartió dones a los hombres” lo cual nos muestra que estos hombres que poseen los dones se transforman es un regalo de Hashem para la humanidad.

Está escrito:

“Y constituyeron ancianos en cada kahal (congregación), y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído” (Hechos 14:23)

“Y a unos puso Dios en la kahal, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros” (1 Corintios 12:28)

Una congregación necesita un líder, que tenga las características de Moshe. La Parasha de esta semana comienza diciendo: “Moshé reunió” Es decir el líder es esa persona con la capacidad de conducir, dirigir, administrar a un grupo de personas, y que finalmente a pesar de las pruebas, pecados, logra reunirlos en pos de Hashem, y la kahal oye la voz de ellos y los sigue. Como bien diría nuestro santo maestro Yeshua; “Las ovejas conocen la voz de su pastor y lo siguen” No todos son líderes, y no todos saben liderar. Los líderes son personas con una capacidad espiritual delegada del cielo, por lo cual ellos no adquirieron la virtud de llevar a un pueblo de forma humana, por lo que cualquier persona que pretenda liderar debe pedir y rogar al cielo que lo revista de esos dones a fin de que sea útil al cuerpo del Mesías y no un problema más dentro del cuerpo.

La sujeción:

En esta parashá vemos como la congregación de Israel logro OBEDECER a su líder Moshé. Nos cuenta la Torá, no solo que se reunieron a oír lo que Moshe les mandaría, sino que hicieron lo que Moshe les pidió, las ofrendas para la construcción del Mishkan y trajeron tanto que les sobro. La congregación de Yeshua, no puede no estar sujeta a un líder y entre sí.

“Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21)

Por otra parte el líder no está puesto en esa posición para beneficiarse de la congregación egoístamente, como para lograr objetivos económicos, o manejar la vida de las personas de forma tirana. Un líder no debe ser un dictador del pulpito, ante todo debe amar a sus ovejas, enseñarles con amor y respeto, y servirles, pues como dijo nuestro amado Mesías Yeshúa: “el que quiera ser el mayor entre vosotros, que sea vuestro servidor” También está escrito: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el espíritu santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Kahal del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28)

Ahora bien, lo anterior no le resta autoridad al Líder, mientras más amor demuestre el líder por su congragación, mientras más servicio y trabajo haga el líder hacia su comunidad, más autoridad del cielo tendrá en la comunidad y por lo tanto más sujeción la congragación tendrá hacia él. En la Torá no existe eso de “yo voy por libre”, o sea, las personas que no quieren sujetarse a nada y a nadie, en la fe Judía es un principio básico hacerse de un Rabino, sino tienes un Rabino hazte de un Moré, de un Roe (Pastor), de un hermano o amigo que sepa más que tú si no tienes aún la posibilidad de reunirte en alguna comunidad más establecida. Es decir, no está aprobado en la Torá, ser “llaneros solitarios”, (por internet no se vive en verdadera comunidad). Según nuestro amado Mesías Yeshúa: “donde hay dos o tres en su nombre ahí él está en medio de ellos”, por lo cual, el que está “solo” debe buscar un amigo, y ya estará cumpliendo con la halaja del Mesías, y se estará sujetando a alguien y comenzando a vivir en una kahal, pues para que exista una kahal, solo se necesitan dos personas. Basta con 1 familia dispuesta a reunirse para orar, estudiar la bendita Torá, y dar a gracias al Eterno y ya se estará formando una kahal. Bien dijo el Rab Shaul: “Someteos los unos a los otros” Esto nos muestra que el objetivo de formar parte de una kahal o comunidad es aprender a tolerarnos, respetar nuestras diferencias, aprender amarnos a pesar de nuestras personalidades diferentes y opiniones distintas, solo a través de estas experiencias se crece en la fe de los santos. Quien crea que la comunidad de Yeshúa es una comunidad virtual y que con eso basta, está muy equivocado, solo en la comunidad PRESENCIAL, es donde el alma del creyente es nutrida, es probada, y finalmente crece y madura, de aquí la verdadera importancia de una kahal.

Como está escrito:

“Saludad también a la kahal (congregación) de su casa” (Romanos 16:5)

“Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la Kahal que está en su casa”. (Colosenes 4:15)

Si no tienes un lugar donde reunirte, de seguro tienes tu casa, tu pieza, y a tu esposa e hijos, o a un hermano o amigo al cual invitar.

El concepto de Kahal:

Ahora bien el concepto de kahal es variado en las escrituras, pero uno de ellos es el más importante. Primero como vimos “Kahal” puede entenderse como el lugar donde se reúnen los redimidos a servir a Hashem mediante las suplicas, alabanzas y la instrucción de las sagradas escrituras hebreas (Romanos 16:5) (Colosenses 4:15). Sin embargo, en realidad Shaul no se refiere al lugar como Kahal, sino que a las personas que se reúnen en él.

Por otra parte, Kahal también alude las “Kehilot” (congregaciones en plural) que están dispersas en distintas partes del mundo, todas estas forman la “congregación de Yeshua” en el mundo. (Efesios 5:32). Lo cual tampoco alude a los templos, sino que los “grupos de personas” que conforman la congregaciones de Yeshúa en el mundo, todas unidas son la Kahal de Di.s.

Está escrito:

“No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1Corintios 10:32) 

La Kahal de Di,s es la composición celestial, la unión de judíos y gentiles, hombres y mujeres, creyentes en Yeshua que han nacido de nuevo, en el plano celestial a través del Mesías Yeshua, en quien según Shaúl: “ya no hay Judío ni Griego, hombre ni mujer”. Se está refiriendo al mundo celestial, donde existe tal “ejad” (unidad) a causa del Mashiaj Yeshua, que no aplican ciertos conceptos que en este mundo podrían diferenciarnos lógicamente, pues aquí, y también allá cuando Shaúl escribía esa enseñanza, aún existían; Judíos y Griegos, Mujeres y Hombres. Por lo cual, el concepto de Kahal si bien Torácicamente hablando alude a la congregación de Israel terrenal, también ahora alude al concepto del ISRAEL DE ELOHIM celestial, compuesto por Judíos y no Judíos (hombres y mujeres) a través de Yeshúa el Mesías.

Lo que quiero decir, más allá de la explicación teológica, es que nosotros “no vamos a la kahal”, nosotros constituimos esa kahal, nosotros somos la kahal de Yeshua en el mundo celestial que opera con base en el mundo terrenal. Ahora bien, esto tiene tanta importancia que es necesario detallarlo con de forma más extensa.

Por ejemplo, muchos de nosotros hemos visto como nuestras familias de sangre luego de que nosotros comenzamos a profesar la fe Judía en Yeshua como Mashiaj de Israel, nos ha dejado de lado, por considerar que nuestra visión de las escrituras es herética por el solo hecho de no tener una fe Católica o Protestante, sino que una fe que huele muy Judía. Esto es evidencia real y concreta de quien es realmente nuestra familia, por lo cual nos preguntamos, ¿Quién es nuestra familia?

Está escrito:

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19)

Dios tiene una Kahal, Dios tiene una familia, de la cual ahora somos parte y asombrosamente sucede que en muchos casos, esa familia no es nuestra familia sanguínea. Esto nos muestra que en realidad la congregación de Yeshua es una comunidad de hermanos que llegan a quererse tanto como una familia sanguínea. Donde los varones se ven todos como hermanos, a las hermanas jóvenes, como a hermanas pequeñas con toda pureza, a las hermanas mayores como a Madres con todo respeto, a los ancianos como a Padres y Abuelos de quien aprendemos todas sus lecciones y experiencias. La kahal es muchas veces más familia que nuestras propias familias. Y con esto no quiero decir que no amemos a nuestras familias sanguíneas, todo lo contrario debemos rogar a Hashem por nuestras familias para que pronto lo conozcan y también pasen a formar parte integra de la familia de Dios. Aun así, nuestros hermanos de la comunidad son las únicas personas en el mundo que hablan nuestro lenguaje, son a quien podemos pedirle un consejo espiritual. El Rabino y sus consejos han llegado a ser más poderosos que las enseñanzas de un Padre inconverso. Es esa la comparación que quiero que usted vea. Solo de ese modo sabremos cual es la importancia de la kahal de Yeshua.

Todo esto no nos debe sorprender, pues bien nos dijo nuestro amado Mesías:

"Cualquiera que me confiese delante de la presencia de otros, Yo también le confesaré en presencia de mi Padre en el cielo. Pero cualquiera que me niegue delante de otros, Yo le negaré delante de mi Padre en el cielo. No supongan que Yo he venido a traer paz a la tierra. ¡No es paz lo que he venido a traer, sino espada! Porque he venido a poner al hombre en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, a la nuera en contra de su suegra; por tanto, los enemigos del hombre serán los miembros de su propia casa" Cualquiera que ame a su padre o madre más de lo que me ama a mí, no es digno de mí; cualquiera que ame a su hijo o hija más de lo que me ama a mí, no es digno de mí. (Mateo 10:32-37)

Es normal que habiendo nacido de nuevo, que habiendo conocido al Mesías Judío, nuestros propios familiares nos rachasen ¿Qué debemos hacer? Nuestro amado Mesías nos enseñó: “Orad por quienes os persiguen”, la clave de todo está en la oración, cuando una persona ruega a Hashem por otra, la persona que ora se llena de amor hacia su enemigo, y permite que Hashem actué en favor del enemigo con tal de cambiarlo. Esa es la única manera, veras como un amor sobrenatural desciende sobre ti por esa persona y veras como Hashem actuará cambiando el corazón de esa persona volviéndolo hacia ti y hacia a él.

Con todo lo que hemos dicho, la Kahal está compuesta de familias, y sin las familias no habría Kahal. Es decir todo comienza por casa, si quieres vivir todo el tiempo con la familia de Dios y tienes familia propia, primero es tu familia, luego a causa del esfuerzo que das hacia tu familia, Dios te recompensará y hará que tu familia sea parte de la familia de Dios al igual que tú.

Un claro ejemplo para poder graficar este gran detalle, es lo que el emisario Shaul le escribe a los que pretender ser ancianos o pastores de una kahal:

“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la kahal de Dios?) (1 Timoteo 3:4-5)

Ahora bien todo esto es reciproco ¿Dónde puede el hombre aprender a ser un buen pastor de su casa primero? Solamente en la kahal a través de la instrucción de la palabra de Hashem. Ahí puede aprender para luego hacer todo lo aprendido en su casa. ¿Cómo saber si lo está haciendo bien o mal? Hashem le ha dado una vara de medir al hombre, y esta es su mujer, ella será el instrumento que Dios usara para revelarte a ti de qué manera estas procediendo, si estas poniendo en práctica o no lo que has aprendido en la Kahal. Por esta razón es tan necesario, asistir a la kahal, como está escrito:

“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. (Hebreos 10:25)

“Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo (Hechos 15:21)

El ultimo verso que ponemos, es maravillo, pues representa todo aquello que es la kahal de Yeshua, nos revela cuán importante es formar parte de una comunidad, pues solo la kahal es el baluarte de verdad. La expresión del verso “a Moshe tienen”, es igual a decir: “TIENEN TORÁ” o mejor aún “TIENEN VERDAD” - es decir las personas que van en Shabat a sus kehilot, asisten a ellas para que se les enseñe la VERDAD de la Torá que reside en esas kehilot. De ese modo, cada Shabat, aprenden como conducirse en sus vidas propias, en sus matrimonios, en sus relaciones interpersonales, en sus trabajos, en sus negocios y mucho más. Por esta razón la Kahal de Yeshua es tan importante, solo esa familia es llamada en la tierra “la familia de Dios”, “el pueblo de Hashem”, “Casa de Dios” “Columna y baluarte de la verdad”, y ¿qué es la verdad? Torá es verdad, su palabra es verdad.

Como está escrito:

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la kahal del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. (1Timoteo 3:15)

Shavua Tov- Buena Semana

No hay comentarios:

Publicar un comentario