domingo, 3 de julio de 2022

Parasha 39 Jukat / El ilogico plan de la redención

COMENTARIO PARASHA SEMANAL
Parashá 39 Jukat
Números 19:1 – 22:1

Shalom amigos y hermanos, esta semana estudiamos la porción de la Torá "Jukat" palabra que significa "estatuto de" y que comienza con el precepto más difícil de comprender de toda la Torá, la ordenanza de la "para aduma" (vaca colorada), la cual luego de ser sacrificada y quemada, sus cenizas eran arrojadas sobre las aguas que servían para la purificación de las personas que habían tenido contacto con un cadáver humano.

Leemos en nuestra bendita Torá:

Este es el estatuto de la Torá que HaShem ha ordenado, diciendo: "Di a los hijos de Israel que te traigan una novilla roja sin defecto, que no tenga manchas y sobre la cual nunca se haya puesto yugo.” (Bemidbar - Números 19:2)

Los "Jukim" son todos aquellos mandamientos que no tienen una explicación lógica para la mente humana. A menudo y por lo general las personas que han salido de la iglesia o del sistema del pensamiento occidental, creen que todo en la vida y en las escrituras debe si o si tener una explicación lógica, lo cual es un gran error. De hecho el gran error de la religión ha sido elaborar dogmas que intentan explicar la esencia de Dios ¿Qué humano puede explicar la esencia de Dios? Quienes creen que todo en la vida tiene una explicación, se transforman en personas carentes de sensibilidad espiritual a las cosas sobrenaturales, ya que sus mentes no están abiertas al mundo espiritual donde nada está limitado por ideas o conceptos, donde todo es parte de una realidad que no conocemos.

Nuestra porción comienza con la expresión: "Este es el estatuto de la Torá" alude a que "este" es el mandamiento más difícil de comprender de toda la Torá y él más importante de todos los "jukim". El solo hecho de que HaShem permita que existan preceptos como los "jukim" nos entregan una base para esta vida, NO PODEMOS SABERLO TODO, no tenemos que saberlo todo. La persona que vive consecuentemente con todo aquello que sabe, y con lo que le está permitido saber desde el cielo, es una persona plena, feliz, y madura. 

Otra bonita enseñanza que aprendemos de las primeras palabras de esta porción es que este mandamiento, según lo que leemos, ES LA MITZVA de la Torá, es decir si pudiéramos resumir la Torá en un solo precepto: día de reposo, festividades, Leyes de impureza ritual, dieta alimenticia de la Torá, etc., todo se podría resumir en la mitzva (mandamiento) de la vaca colorada.

¿Pero cómo es posible esto? Lo que la Torá quiere transmitirnos es que, tal como cumples esta mitzva ilógica de la vaca colorada, sin cuestionarla, por el solo hecho de que es un mandamiento divino, así debes cumplir toda la Torá y sus mandamientos, sin cuestionar nada, sino que cumplirla por el solo hecho de que es la palabra de Hashem.

Según la halaja (ley) Judía la vaca debe ser estudiada meticulosamente, pues no debe tener ni siquiera dos pelos de otro color que no sean de color rojo ¿Cómo es posible esto? ¿Y cuál es la razón? Podríamos hacer muchas explicaciones de esto, sobre todo si ligamos este precepto al Mesías Yeshuá y su vida, sin embargo todo parece ser inexplicable desde la lógica humana, el precepto de la vaca colorada debe ser simplemente aceptado. Ahora bien, ¿Que es lo más ilógico del precepto de la vaca colorada? En la bendita Torá leemos lo siguiente:

"y la daréis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar en su presencia. Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces; y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol, hará quemar. Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca. El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta la noche. Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua, también lavará en agua su cuerpo, y será inmundo hasta la noche. Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación. Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de Israel, y para el extranjero que mora entre ellos. (Bemidbar - Números 19:10)

Como podemos ver, el sacrificio de la vaca colorada que tiene como propósito la purificación de las personas impuras por haber tenido contacto con un cadáver, impurifica al sacerdote que trabajo en el sacrificio de la vaca. Asimismo el que la quemo queda impuro por haber participado de ella, y el que recogió las cenizas queda impuro hasta el atardecer.

Vemos por tanto que aquello que es el medio de la purificación de unos, es la impurificación de otros ¿Cómo es posible esto? Este es un principio de la Torá, el Santo Bendito es, tiene un plan que está fuera de la lógica humana y no espera que nosotros lo entendamos, de hecho las escrituras, están llenas de situaciones que escapan de toda la lógica humana, e incluso en ocasiones vemos que se salen de los márgenes “legales lógicos” que los humanos han interpretado de la Torá. 

El arrepentimiento es un mandamiento que puede caer dentro de la categoría de los jukim,

¿Por qué lo decimos? Hashem es un Rey Justo y como tal, espera que los súbditos de su reino se sujeten a las leyes que él mismo ha establecido. Todo rey que ejerce justicia en su reino, dará sentencias duras a los que transgreden las leyes del reino, y habría un tribunal que no perdonara a los deliberadamente han quebrantado las normas de ese reino, por más que ellos pidan mil veces perdón, todo rey justo ejecutaría los juicios y las sentencia a los rebeldes. Sin embargo Hashem nuestro Di.s siendo el rey y juez de toda la tierra, siendo justo, a través del mandamiento que da a todos los hombres de arrepentirse, y a pesar de su justicia, perdona a los culpables, dando justificación a los arrepentidos.

Hashem juzga el mundo medida por medida, y en base a esto es que si nosotros cumplimos los preceptos que no tienen lógica, como el de la vaca colorada y otros, él hace algo con nosotros que no tiene lógica, siendo todos culpables y pecadores, nos perdona a través del mandamiento (juk) del arrepentimiento.

Como está escrito:

Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Mesías murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:9-10)

Como vemos la muerte de Yeshua, es un Juk que Hashem cumplió para darnos perdón cuando era lógico que no fuéramos perdonados, toda vez que Israel cumple los jukim, el eterno mediante la muerte de Yeshua perdona a su pueblo y por su pueblo a los justos de las naciones que se arrepienten. De hecho, en los escritos apostólicos la sangre colorada está relacionada con la sangre de Yeshua el Mesías, como está escrito:

“Pero cuando el Mesías apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre del Mesías, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?” (Hebreos 9:12-14)

Como podemos ver el mandamiento del arrepentimiento es un juk que al cumplirlo Hashem nos juzga en la misma medida a través de un juk, dándonos el perdón por medio de la muerte de Yeshuá el Mesías. 

El mismo principio que vemos en la Torá, en las personas que trabajan en el oficio de la vaca colorada, que al participar de este oficio para la purificación de otros se impurificaban, es visto en todo el plan de redención no lógico del Creador. Pensemos lo siguiente:

1.- Un justo como el Mashiaj Yeshuá, muere por los injustos ¿Es esto lógico? Claro que no, pero el plan de Di.s, es una sabiduría tan alta que no puede ser descifrada por conceptos humanos. Cuando hablamos de la mente de Hashem y de sus planes, no podemos interpretarlos con la lógica humana. Por esta razón el Rabí Shaul de Tarso llego a escribir:

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? (Romanos 11:33-34)

2.- Israel el pueblo elegido de Di.s, es endurecido y velado para la salvación de los gentiles ¿Es lógico esto para la mente humana? Claro que no, de hecho el Israel de hoy, aún no puede ver está realidad celestial respecto de su endurecimiento. Como está escrito:

“Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos (Romanos 11:30-32)

3.- Los profetas de Israel que tenían el espíritu del Mesías y que profetizaban el arrepentimiento, para que Israel obtuviese la redención final, todos siendo elegidos del Eterno con una misión celestial, trabajaron por promesas que no vieron hacerse realidad, fueron miembros de un plan divino que no cuadra con la lógica humana, como está escrito:

“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11:13)

4.- Los profetas supieron que los caminos del Eterno son más altos que nuestros caminos. Supieron que los pensamientos de HaShem no son como los nuestros y algo mucho más importante nos transmitieron que la obra de Dios no es conocida por el hombre. Como podemos ver, todo el plan del Eterno es tan alto, tan sublime, que no puede ser interpretado de forma lógica.:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Hashem. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8)

“Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas” (Eclesiastés 11:5)

Cuando Moshé escribió la Torá no lo hizo desde el plano terrenal, sino que desde el plano celestial, donde nada es como nosotros lo entendemos acá. La Torá de HaShem no es un libro de leyes o historia de un pueblo simplemente, es la palabra de HaShem que contiene todo el plan divino de la redención formulado por la mente del Eterno. La Torá de HaShem es mucho más de lo que nosotros podamos concebir.

Que Hashem nos permita tener de esa luz celestial para ir en pos de sus planes, y aunque del todo no lo podamos ver ni entender, nos permita ser miembros activos de esa obra que es desconocida por el hombre.

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אברהם בן יעקב

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