domingo, 10 de julio de 2022

Parasha 40 Balak / ¿Existe una lucha espiritual entre el bien y el mal?

COMENTARIO PARASHA SEMANAL
Parashá 40 Balak
Números 22:2 – 25:9

Shalom amigos, esta semana estudiamos la parasha balak, que significa “devastador” y trata esencialmente acerca de la propuesta del Rey de Moav al profeta gentil “Bilam” que consistía en maldecir a Israel a cambio y grandes posesiones económicas que daría el Rey Balak al profeta Bilam. Desde mi manera de entender estos acontecimientos bíblicos se trata de una lucha espiritual más que de una propuesta económica de parte de Balak a Bilam a cambio de una maldición para Israel, sino que de la lucha constante que hay en el mundo celestial entre las fuerzas del mal (creadas con ese propósito) y las fuerzas del bien (creadas para ese propósito).


Nos dice el Misdrah que en realidad Balak, no era un moabita, sino que un Midianita, por lo que su posición de Rey en el Pueblo de Moav se debía a una extrema urgencia por contar con un experto en guerra y un mago poderoso por el gran temor que había a causa de los Hijos de Israel en el pueblo Moavita. Luego de que Israel venciera a los amorreos y se quedara con la tierra de este pueblo pagano, el Rey Balak busco al profeta Bilam para la curiosa propuesta.

Ahora bien, ¿Por qué un rey experto en la guerra, quiere que un profeta maldiga a Israel, antes de ir a pelear y defender su reino? Como ya sabemos Balak era también un mago, por lo tanto, era un hombre conocedor de las fuerzas espirituales. Por lo cual Balak, que sabía acerca de la existencia de las fuerzas espirituales malignas y bondadosas, sabía también o por lo menos eso presentía, que el poder de Israel en realidad dependía de su condición espiritual no de su gran ejercito, y por esta razón, es que su estrategia de ataque es proponer a otro conocedor de las fuerzas espirituales, pero mucho más experto que él, este trabajo de maldición para Israel. Por esta razón es que esta escrito:

“Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito” (Números 22:6)

Balak sabía acerca del poder espiritual que tenía Bilam, y por eso elige atacar a Israel de este modo.

Nos cuenta la Torá que fueron dos naciones unidas las que en definitiva buscaron los servicios de Bilam, ambos pueblos conocían de antemano, según lo que nos dice el versículo 6 y 7 del capítulo 22 de Números, que Bilam era un “mago, o profeta” con éxito. Pero ignoraban completamente que la influencia espiritual del mundo de maldad depende solo de una cosa, que veremos más adelante.

Como podemos ver, las fuerzas espirituales de maldad, creadas con objetivos y propósitos específicos, algunas de ellas, tienen la misión de “obstaculizar” la bendición deparada desde los mundos celestiales para los hijos de Dios. Esto lo sabemos porque la idea de Balak de acatar espiritualmente a Israel, no es una mera idea humana propia de Balak, sino que una influencia espiritual, permitida por Hashem, que tiene la misión de obstaculizar las bendiciones de Hashem para sus hijos. Pensemos en lo práctico: ¿No ha tenido usted la sensación que de pronto todo parece oponerse contra usted, y que más allá de lo físico, usted nota que hay toda una situación espiritual contra su vida?

Muchas personas creen que esta lucha entre las fuerzas espirituales no existe, y no nos deberían afectar, algunos más avezados no creen en la existencia del “diablo” o “HaSatan”, aludiendo a influencias del paganismo dentro de la teología, sin embargo, tenemos algunos pasajes, por no decir varios, que muestran la existencia de las fuerzas espirituales, como “entes” que se contraponen (es decir creados con esa misión), luchan para que los hijos de Dios no obtengan sus bendiciones. Como está escrito:

“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas 1:9)

Este pasaje nos revela la lucha celestial y espiritual existente entre los distintos poderes celestiales. Mijael (Miguel) un gran ángel o mensajero del Eterno, contra el poder más grande de las fuerzas espirituales de maldad. El versículo nos dice que ni siquiera Mijael quiso proferir maldición contra él, sino que le dijo, Hashem te reprenda. Mostrándonos que en el mundo de las fuerzas espirituales, todo está determinado por leyes inquebrantables. Aún no era el día de la maldición para el Diablo, lo cual Mijael sabía, por lo que solicito la represión del único autorizado para poder establecer el orden en ese rango de autoridad celestial, el mismo Hashem, bendito sea pudo reprender al Diablo y lógicamente recuperar el cuerpo de Moisés.

Como podemos ver, la lucha y la disputa por el cuerpo de Moisés, nos revela la existencia del Diablo como un ser espiritual, y la existencia de la guerra espiritual entre los poderes del bien y el mal.

El Rabino Shaul de Tarso escribió:

“Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (Corintios 2:11)

El contexto de este pasaje, nos muestra que la falta de perdón entre los hermanos, es un aliciente para que las maquinaciones de Satanás en medio del cuerpo del Mesías sean poderosas y efectivas. Si bien es cierto, que somos las personas las primeras responsables de las divisiones familiares, congregacionales, el enemigo de las almas de los santos, se aprovecha de estas situaciones para llevar a cabo su propósito, por el cual fue creado, ser un constante adversario de los planes del Creador. No se trata de un ejército enemigo de Di.s, porque él no puede tener enemigos, es decir: ¿Qué enemigo podría tener Dios, que ser espiritual no está sujeto a él? Evidentemente nadie puede igualarse al Creador. Más bien se trata de una fuerza espiritual existente, creada por Dios y sometida a él, que debe simplemente cumplir la misión para la cual ha sido creada. Es decir, tenemos un adversario (HaSatan – El adversario) que solo busca cumplir la misión que le fue permitida y ordenada cumplir. Como está escrito:

“El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles” (Mateo 13:39)

Satanás es llamado por Yeshuá como él enemigo, y como aquel que siembra la mala semilla dentro del reino de su Padre, se refiere a la capacidad de influenciar sobre las personas que han desobedecido a Dios, y que sirven como instrumentos de las fuerzas espirituales de maldad en este mundo físico. Un ejemplo sería, un hombre de Di.s líder de alguna comunidad que termina siendo seducido por el pecado de la avaricia y el amor al dinero, termina dejándose seducir por esta mala inclinación, se transforma en una potente arma del enemigo, que podrá influenciar espiritualmente para causar daño dentro del reino del Padre, y afectar a los hijos de Dios que dependen del líder que lamentablemente se dejo seducir.

Evidentemente el mismo Diablo no puede actuar contra los hijos de Dios a menos de que estos le permitan hacer su trabajo, cuando a través de la desobediencia a los mandamientos de Dios, agrandamos el margen de su trabajo y poder. Por esta razón está escrito:

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11)

Otro pasaje muy interesante, que revela este servicio del Satán a Di.s, el que leemos a continuación, cuando nuestro amado Mesías Yeshuá iniciaba su ministerio:

“Entonces Yeshuá fue llevado por el espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1)

En este caso la misión del Satán fue entorpecer, e impedir el inicio del ministerio de Yeshuá. Leemos en el texto: “fue levado por el espíritu para ser tentado”, es decir Dios dominaba todo. Todo esto fue causa de lo que al Satán se le permite hacer dentro y fuera del mundo. Con todo, Satanás es un siervo de Dios, ¿Un siervo de Dios? Sí un súbdito celestial, de los poderes de las fuerzas de maldad, cuya misión es ser un “adversario” de los planes divinos, dentro del margen que le ha sido estipulado y permitido.

Ahora bien, para Hashem, su pueblo, es algo muy especial, algo muy importante. Y debido a esta gran importancia es que el plan de las fuerzas espirituales de maldad contra los hijos del Eterno se acrecienta en estos últimos días. El diablo, sabiendo que la redención final de Israel está pronta, sabiendo que la redención fina de los hijos de Dios en todo el mundo, sabiendo que se acerca la venida de nuestro amado Mesías Yeshuá, ha comenzado una obstaculización espiritual para debilitarnos y no permitirnos llegar a nuestra meta. Como está escrito:

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1Pedro - Kefa 5:8)

“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:12)

Esto fue lo que le sucedió a Balak cuando supo que lo que pueblo de Israel le había hecho al pueblo de los amorreos:

“Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel” (Números 22:2-3)

Balak y Bilam representan a las fuerzas espirituales de maldad contra los hijos de Dios, que son beneficiados por las influencias de las fuerzas espirituales del bien. Por lo que el plan de Balak fue atacar a los hijos de Dios de forma estratégica, por medio de una maldición. Lo que no sabía Balak era que esa supuesta maldición y uso de las fuerzas malignas contra Israel dependía de la aprobación del Supremo Creador de todas esas fuerzas, el Dios de Israel. Por lo que cuando Bilam consulto a Hashem para poder maldecir a Israel a fin de obtener el precio que le había sido prometido, Hashem transformo todas esas maldiciones en bendiciones. Como está escrito:

“¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Hashem no ha execrado? Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los collados lo miraré; He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre las naciones” (Números 23:8-9)

Como podemos ver, era imposible maldecir a un pueblo bendito, a un pueblo que habita confiado y que no puede ser contado entre las naciones. Lo cual nos revela que las maldiciones del que el mundo de las fuerzas espirituales de maldad que preparan para nosotros, Hashem las convierte en bendiciones, cuando somos meritorios. Sin embargo al final de esta parasha vemos que Hashem termino enjuiciando a muchos israelitas por el pecado de inmoralidad sexual en que cayeron con muchas mujeres paganas. Esta en realidad fue la única manera de Balak, a través del consejo de Bilam, de conseguir que el pueblo se debilitara. ¿Qué haremos nosotros? Pues Satanás también ha creado toda una estrategia espiritual para debilitarnos.

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אברהם בן יעקב

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