sábado, 5 de febrero de 2022

PARASHA 20 - 5777 / El juicio propio y los Urim ve-Tumim del Mashiaj



COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL
Parashá 19 / Tetzave 5777
Éxodo 27:20-30:10

El juicio propio y los Urim ve-Tumim del Mashiaj

Esta semana estudiamos la Parasha Tetzave (mandaras) donde vemos que se nos habla acerca de las funciones del Cohen Gadol Aharon (Sumo Sacerdote), el hermano de Moshé que debía ministrar a Di-s y su presencia en favor de todo el pueblo de Israel. Moshé era él profeta, y sin duda mayor en estatura espiritual que Aharón, pero Aharon era el mediador más importante de todo el oficio sacerdotal, de todo el pueblo de Israel. Es decir, era el hombre sobre el que recaían más mandamientos de la Torá, más que Moshé incluso, desde el punto de vista de la Torá, él era el hombre más “separado” de los “separados”: Hakodesh HaKodashim.

Por lo que cada vez, que analizamos la figura del Cohen Gadol, en la vida de Aharón, en realidad analizamos proféticamente hablando la vida del Cohen Gadol celestial, como lo dice la Torá: ”Moshe hizo tal como le fue mostrado”, lo cual nos muestra que si vio un Mishkan (Tabernaculo) celestial, también vio un Cohen Gadol Celestial, el cual según la carta a los Hebreos, es Yeshuá el Mesías:

“y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec” (Hebreos 5:10)

Es asombrosamente hermoso que si analizamos la vida del Cohen Gadol y sus funciones, también nos encontraremos con la vida y las enseñanzas de  nuestro amado Mesías Yeshuá que es el Cohen Hagadol celestial, según el orden de Mequisedec. Nos dice la Tora:

“Aarón llevara los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del Juicio sobre su corazón al entrar al santuario. Sera por memorial perpetuo delante de Dios”. (Shemot – Ex 28:29)

Este pequeño versículo, nos trae a memoria algunas de las enseñanzas de nuestro amado Rabino Yeshua, cuando camino entre los de su pueblo Israel:

Cada vez que un Israelita necesitaba un consejo, se acercaba al Cohen Gadol, quien llevaba los Urim ve-Tumim sobre el pectoral. Sobre las piedras del pectoral estaban grabadas las letras del alfabeto hebreo, en la forma de los nombres de las 12 tribus. Cuando la persona hacia su pregunta. Los Urim ve-Tumim iluminaban las letras que deletreaban la respuesta y la persona podía ver el consejo brillando delante de sus ojos. (Ioma Masejet 73b)

Sin embargo los Urim ve-Tumim se perdieron en la destrucción del primer templo. Es decir de forma temporal perdimos el consejo que había en tan tremenda revelación y acercamiento de la respuesta divina, pero cuando se revelo entre nosotros el Cohen Gadol celestial, ya no tuvimos que esperar más otra vez el consejo de los Urim ve-Tumim, pues él mismo nos dio las directrices para saber cómo conducirnos con cada una de sus enseñanzas. Hoy al mirar las letras de la Torá, con las enseñanzas de Yeshuá, podemos ver también como se iluminan estas letras hebreas, saltando de nuestras escrituras frente a nuestros ojos, mostrándonos la misericordia del consejo divino, solo debemos aprender a leer con sinceridad.

El Cohen Gadol llevaba el pectoral sobre el corazón, lo cual nos muestra que el juicio y el consejo de la Torá deben sentarse en el corazón. De él mana la vida dijo el Rey Shlomo. Y como enseño nuestro amado Mesías Yeshuá, es ahí donde se gestan nuestros pecados: “robos, malos pensamientos, adulterios, asesinatos, etc”. La persona que espera ser guiada y conducida por los consejos del Urim ve-Tumin celestiales, que están dentro de las enseñanzas de la Torá de nuestro amado Mesías Yeshuá, debe pedir a Di.s en suplicas y en ruegos íntimos e individuales, que limpie su corazón de toda maldad, y así ser un buen recipiente del consejo del Eterno. 

Por lo que para poder despertar un consejo apropiado, legítimo y sincero, la persona debe auto enjuiciarse primero, ¿Cómo se logra esto?, se hace a través de la tefila (oración a solas con HaShem). Pues cuando la persona logra hablarle a su creador con verdad y sinceridad, entonces emana de él una inmerecida provisión de perdón. Como la enseñanza de nuestro amado Mesías Yeshuá, cuando nos conto acerca del “publicano” que decía: “Se propició a mí que soy pecador” en contra posición el Fariseo que oraba diciendo: “gracias te doy por no ser como este publicano pecador, doy mis diezmos y hago toda la Torá”. En la justificación ¿Cuál de los dos fue perdonado? Pregunto Yeshuá. Nuestro Rabino Yeshuá nos dice: “el que oro con humildad y verdad”. Lo mismo sucede en el caso de aquel que lleva el auto-juicio en la tefila ante Di.s, pidiéndole con verdad que él se apiade de su alma, y que le perdone de su pecado.  

El corazón es el sitio de los amores caídos, el amor por lo malo, por lo inmoral, por las cosas prohibidas. La persona lleva a esos pecados, por tener un mal juicio, lo cual la lleva a una mala decisión. Sin embargo, si la persona se hiciera un auto juicio, sinceramente, e hiciere un juicio análisis profundo de sus acciones, meditando en el camino de su vida, que ha elegido en su corazón, tal como está representado por el pectoral del Cohen Gadol que esta sobre el corazón, entones lograría la rectificación de esos malos juicios internos que lo llevaron a pecar, logrando el perdón de Di-s, por medio de la teshuva (arrepentimiento) y volviendo a recibir las enseñanzas de los Urim ve-Tumim del Mashiaj Yeshuá.

Shalom en el Cohen Gadol Yeshuá HaMashiaj.

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